lunes, 26 de enero de 2009

15) Derrota tras derrota



DERROTA TRAS DERROTA

El paso del tiempo actúa lenta, pero inexorablemente. La erosión, el deterioro, las agresiones de todo tipo, parecen imparables. El olvido extiende su manto de silencio y ruina sobre el terreno. El urbanismo salvaje y la especulación, nos pisan los talones. Una lucha contrarreloj cuya derrota parece inevitable. Un pulso desigual que estamos acostumbrados a perder. Un fracaso garantizado… Todo esto puede ser cierto, pero no por ello nos quedamos parados.

Somos conscientes que el tiempo pasa, que todo se transforma, que el mundo en el que vivimos no pude quedar estático, inamovible, como si de un museo o exposición del pasado se tratase. Pero también estamos cansados de muchas cosas. Cansados de que transformen nuestro entorno, nuestros paisajes, nuestros espacios, al compás de intereses particulares, egoístas y codiciosos que, bajo la excusa de un supuesto progreso y modernización, hacen y deshacen a su antojo, pasando por encima de todo y de todos, bajo una supuesta apariencia de "interés general".

No pasa año en el que no veamos desaparecer, bajo el imparable urbanismo, parajes naturales, arroyos, lomas, arquitectura histórico-tradicional y diverso patrimonio socio-cultural. Agresiones de todo tipo que se suceden sin tregua para engordar los ya repletos bolsillos de unos cuantos. Quizás sea inevitable, pero no queremos limitarnos a lamentos inútiles.

"Proyecto Frente de Batalla" actúa. Entre sus diversos objetivos se encuentra el de localización, catalogación y estudio de todos los restos y huellas de la guerra civil en el noroeste de Madrid. Como decíamos al principio, el tiempo corre en nuestra contra, pero el trabajo y la constancia dan sus frutos. Por poner un único ejemplo, señalaremos los cerca de sesenta fortines localizados sólo en el municipio de Las Rozas, a los que habría que sumar los numerosos tramos de trincheras, restos de túneles y otros vestigios que aun perduran de las líneas de frente. Por supuesto, no nos quedamos aquí, e intentamos abarcar otros muchos municipios y escenarios relacionados con esa parte de la Historia (Majadahonda, Villanueva del Pardillo, Pozuelo, etc.).

El trabajo requiere un esfuerzo considerable porque, lejos de lo que podrían pensar algunos, es mucho lo que permanece diseminado por la geografía noroeste de Madrid, pero también es mucha la actividad destructiva que se realiza día a día.

La, en general, constante falta de sensibilidad de las autoridades y administraciones de todo tipo, por el cuidado y respeto de buena parte del patrimonio histórico, haciendo oídos sordos a las peticiones de protección y actuando, en muchos casos, con malicia, nos ha llevado a no esperar demasiado de ellas y actuar por nuestra cuenta. Posiblemente no podamos evitar buena parte de las destrucciones, pero, al menos, intentamos recopilar la mayor información posible de los restos para, en caso de terminar desapareciendo, podamos, al menos, conservar datos y referencias que permitan futuras investigaciones y estudios.

Fotografías, mediciones, características, situación GPS, cartografía… un esfuerzo por salvaguardar lo que se pueda, de un patrimonio que va desapareciendo frente a nuestros ojos, sin que a nadie parezca importarle demasiado.

Las, no tan lejanas, destrucciones de los numerosos restos que existían en El Cantizal (en Las Rozas), de los magníficos fortines del Cerro de Bularas (en Pozuelo), de las posiciones de Valdemarín (en la A-6), o las recientísimas destrucciones de interesantes restos en El Arenalón, y El Montecillo (ambos en Las Rozas), por mencionar sólo algunos estragos irreparables, nos hacen ser conscientes de que no nos podemos quedar parados.

Junto a esta labor de catalogación, intentamos realizar una acción de limpieza y cuidado de los restos, adecentando su aspecto para que dejen de verse, a los ojos de mucha gente, como simples contenedores de basura. Por ello, nos esforzamos también, en la actividad divulgativa, para que, poco a poco, aumente el conocimiento y la sensibilización, en mayor número de gente.

El trabajo es mucho y puede decirse que no damos abasto, pero nos gusta y, pasito a pasito, vamos logrando cosas.

JAVIER M. CALVO MARTÍNEZ

Fotografía 1) En la zona conocida como El Montecillo, en Las Rozas, existía una loma conocida como El Cerrillo, con interesantes restos de la guerra civil. En esta fotografía vemos la destrucción total de los restos y de la loma (JMCM)
Fotografía 2) Alguno de los restos de fortificaciones destruidos recientemente por las obras que se realizan en El Montecillo (JMCM)

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