lunes, 19 de abril de 2010

79) Peligro de extinción


PELIGRO DE EXTINCIÓN

Una nueva y definitiva amenaza se cierne sobre los entornos naturales y el patrimonio histórico del noroeste madrileño. El Plan General de Ordenación Urbana de Las Rozas (PGOU) ha sido aprobado. Esto significa que todo el suelo disponible en Las Rozas, a excepción de las zonas protegidas por encontrarse dentro de los Parques Regionales (Cuenca Alta del Manzanares y Curso Medio del Río Guadarrama), será urbanizado.

Son varias las zonas que en los últimos años han sufrido una fuerte agresión urbanística (La Marazuela, El Montecillo, Mataborricos, Európolis, El Cantizal…). Lamentablemente, la depredación constructora va a continuar.

Los dos márgenes de la carretera de El Escorial (M-505), lo poco que queda sin construir en La Marazuela, los alrededores de la M-50 y del Eje Pinar, todo lo urbanizable entorno a las vías de servicio de la A-6, las pequeñas parcelas que hasta la fecha han quedado sin construir entre Las Rozas y Monte Rozas… en fin, todo lo susceptible de ser edificado se convertirá en pocos años en más de lo mismo: urbanizaciones (más de 11.000 nuevas viviendas), centros comerciales, avenidas asfaltadas, edificios de empresas, algún campo de golf…

Cemento, ladrillo, hormigón, aluminio, cristal… una especie de cáncer que, poco a poco, va comiéndose todos los espacios verdes, sustituyéndolos por un urbanismo clónico, que facilitará (una vez más) la especulación inmobiliaria. Una especulación que, como estamos cansados de comprobar, solo beneficia a unos pocos (siempre los mismos).

No queremos detenernos aquí en los devastadores efectos que el nuevo PGOU va a tener sobre el paisaje, el medio ambiente, la calidad de vida, la sostenibilidad del entrono, etc. Cualquiera que analice un poco los datos o que revise las consecuencias que el urbanismo salvaje y especulativo ha tenido en los últimos años puede hacerse una idea clara de las nefastas consecuencias.

Atendiendo al tema central en torno al cual gira este blog, queremos llamar la atención sobre las consecuencias que el PGOU va a tener sobre el patrimonio de la guerra civil existente en Las Rozas.

Ya hemos señalado en diferentes momentos la increíble cantidad de vestigios bélicos que se conservan en esta zona del noroeste madrileño, convirtiendo al municipio roceño en un lugar privilegiado para el estudio de la arquitectura militar de la guerra civil. Además de numerosos fortines (sólo en Las Rozas hemos podido catalogar hasta la fecha cerca de 70 construcciones de este tipo), se conservan abundantes atrincheramientos, observatorios, pistas militares, pozos de tirador, inscripciones, restos de refugios subterráneos, y abundante material bélico (balas, vainas, cartuchos, peines, metralla…), con el aliciente especial de que Las Rozas es un municipio en el que se conservan vestigios de los dos ejércitos que se enfrentaron en aquella triste guerra.

Pero además, más allá de los restos materiales, todavía es posible recorrer lo que fueron algunos de los principales escenarios bélicos. Viejos campos de batalla y olvidadas posiciones defensivas que permanecen integradas en un paisaje que, en algunos puntos, ha cambiado poco, lo que permite hacerse una idea más clara de cómo se desarrollaron aquellos trágicos episodios.

Haciendo un rápido análisis de las áreas que se van a ver afectadas por el PGOU, comprobamos como buena parte de este patrimonio histórico-cultura, si no se hace nada por evitarlo, tiene los días contados. Por poner sólo algunos ejemplos:

El Vértice Cumbre: una de las posiciones más disputada durante la contienda, que cambió de manos en diferentes momentos y acabó convirtiéndose en uno de los puntos más fuertes de las líneas nacionales en el sector. En este lugar, aun se conservan abundantes fortificaciones (nidos de ametralladoras, puesto de mando, posición antitanque…) y una inscripción que hace alusión al batallón de zapadores que construyó las fortificaciones. Por aquí, entre otras unidades, pasaron las Divisiones 11, 16 y 20 del Ejército Nacional.

Posición Rubio: otra de las posiciones nacionales más emblemáticas del sector, cuyo nombre hace alusión al Alférez Provisional Juan Galán Rubio, muerto en los combates desarrollados para su ocupación. Aquí, se conservan dos nidos de hormigón para arma automática, cada uno de los cuales tiene una inscripción en la entrada. Fue defendida por la 20 División Nacional.

Buena parte de la Línea de Detención republicana: todos los restos que se conservan en Fuente del Cura (frente al Heron City) y el Arroyo de la Retorna. Al menos trece fortificaciones y numerosos atrincheramientos que, unidos a los numerosos restos que se conservan en la Dehesa de Navalcarbón y Las Ceudas (tristemente, todo lo que de esta línea se conservaba en El Cantizal ha sido ya destruido) constituyen uno de los más completos conjuntos defensivos existentes en España y un ejemplo único para estudiar parte de lo que fue la Segunda Línea del II Cuerpo del Ejército Republicano en este sector.

Algunos de los fortines republicanos en La Puentecilla que, lamentablemente, se sitúan fuera del área protegida del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama. Posiciones que fueron defendidas por la 111ª Brigada Mixta.

Fortines y atrincheramientos existentes en La Marazuela (fuera del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares), también defendidos por la 111ª Brigada Mixta, y que se sumarían a los muchos restos que han desaparecido recientemente por las últimas obras.

Podríamos seguir, pero parecen suficientes ejemplos para hacerse una idea de la terrible barbaridad que supondrá el PGOU para el patrimonio histórico de la zona, si no se toman medidas para evitarlo.

Es desesperante, resulta verdaderamente triste que, aun hoy, tengamos unos responsables políticos tan insensibles y despreocupados hacia nuestro pasado y nuestra historia. A diferencia de otros países, donde se procura cuidar y preservar los vestigios históricos, en España, acostumbramos a presenciar indiferentes la cruda destrucción de nuestro patrimonio sin ningún tipo de escrúpulo, por meros intereses económicos que sólo benefician a unos pocos.

Esto contrasta con la importancia que en otros países se ha dado al estudio de los diferentes complejos defensivos y militares, así como a su conservación. Algunos claros ejemplos serían Francia o Bélgica, con respecto a los restos de la Iª Guerra Mundial ("Línea Hindenburg", "Verdum", "El Somme", "Ypres"...) o los pertenecientes a la IIª Guerra Mundial, tales como “La Línea Maginot” (Francia), “El Muro del Atlántico” (fortificación de la costa europea desde los Pirineos al Cabo Norte), huellas de “La Línea Gótica” (Italia) o “La Línea Sigfrido” (Alemania), por poner sólo los más significativos e importantes.

En los últimos años, en nuestro país, se ha ido desarrollado un interés por este tema. Desde luego, esto no ha surgido de las instituciones políticas (con contadas y anecdóticas excepciones), más interesadas en recalificar y construir los terrenos que en conservar lo que de valor histórico y arqueológico estos puedan tener. Son, en su mayoría, gente que, de forma personal, se interesa por este patrimonio histórico y dedican tiempo y esfuerzo a su estudio y catalogación, en su mayoría aficionados y aficionadas, pero también algunos profesionales. Han ido apareciendo así diferentes iniciativas, asociaciones y foros, que están sirviendo para dar a conocer esta parte de nuestra Historia y sensibilizar sobre la importancia que tienen los numerosos restos de la guerra civil que aun se conservan, unos restos que carecen de una protección específica, lo que provoca que, en no pocas ocasiones, hayan sucumbido bajo las palas excavadoras.

Si los responsables políticos pudieran ver más allá de sus reducidas perspectivas, quizás pudieran darse cuenta de la importancia que estos restos tienen y del interés que, cada vez más, despiertan en mucha gente. Si fueran capaces de comprender que los vestigios de la guerra civil que se conservan en el noroeste madrileño, son el mayor patrimonio histórico y cultural con el que cuentan muchos de los pueblos de la zona, tal vez los valorarían como merecen, protegiéndolos, restaurándolos e impulsando actividades encaminadas a darlos a conocer, lo que serviría como reclamo para que muchas personas los visitarán.

De momento, parece que es pedirles demasiado, centrados como están en recalificar, urbanizar y construir con mal gusto y sin medida. Parece que la preservación de todo este patrimonio depende más de las iniciativas y respuestas que las personas sensibilizadas con esta cuestión seamos capaces de desarrollar y poner en práctica. Asíque… manos a la obra.

"PROYECTO FRENTE DE BATALLA"

Fotografías: Una especie de epidemia de ladrillo y hormigón se extiende por Las Rozas (JMCM)

5 comentarios:

  1. Dejar a los muertos descansar

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  2. Según informa GEFREMA (Grupo de Estudios del Frente de Madrid), parece ser que existe algún tipo de estudio arqueológico sobre restos de la guerra civil en Las Rozas, que habría sido tenido en cuenta por el nuevo PGOU.

    Vamos a intentar enterarnos de sus detalles.

    Mantendremos informados

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  3. Más información en el apartado de este blog "Una guerra larga y dificil"

    http://frentedebatalla-gerion.blogspot.com/2010/04/una-guerra-larga-y-dificil-en-los.html

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  4. LA ASOCIACIÓN HISTÓRICO-CULTURAL CIERZO ORGANIZA RUTAS GUIADAS POR LAS POSICIONES DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA. INTERESADOS CONSULTAR SU WEB:

    http://asociacioncierzo.net/

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