lunes, 8 de febrero de 2010

69) Ubi Sunt


UBI SUNT

El “Ubi Sunt”, que literalmente significa “¿Dónde están?, constituyó un estilo literario muy utilizado durante la Baja Edad Media. Los orígenes de esta tradición son remotos, encontrando diversas referencias suyas en textos de la Antigüedad Clásica.

En esencia, el ubi sunt consistía en interrogarse por el destino de las cosas. Para ello se solía pasar revista a importantes acontecimientos del Pasado, a grandes personajes de la Historia y sus hazañas, preguntándose que había quedado de todo aquello.

La pregunta quedaba en el aire, sin encontrar respuesta. Se pretendía así causar un efecto psicológico sobre el receptor. La ausencia de contestación pretendía evidenciar la caducidad de las cosas terrenales. La fugacidad de la vida y lo relativo que acaba resultando todo lo concerniente al ser humano: la fama, la gloria, los sentimientos, las pasiones… La certeza de que todo se acaba, de que nada es eterno. La seguridad de que el olvido lo acaba envolviendo todo.

En la literatura en lengua castellana contamos con varios ejemplos (Cancionero de Baena, el Arcipreste de Hita…), pero sin duda, el caso más emblemático y significativo, lo representa Jorge Manrique con sus “Coplas a la muerte de su padre” (1477), en donde, desde la copla 16 a la 22, el ubi sunt aparece de forma clara:

¿Qué se hizo el rey don Juan?

Los Infantes de Aragón,

¿qué se hizieron?

¿Qué fue de tanto galán?

¿Qué fue de tanta invención

como traxieron?


¿Qué se hicieron las damas,

sus tocados, sus vestidos,

sus olores?

¿Qué se hizieron las llamas

de los fuegos encendidos

de amadores?


Diferentes autores han recuperado esta tradición a lo largo de la Historia, actualizándola y adaptándola a su tiempo, como Jorge Luís Borges, que la recoge en alguno de sus poemas:

Dónde están los que salieron

a libertar las naciones

o afrontaron en el Sur

las lanzas de los malones?

Dónde están los que a la guerra

marchaban en batallones?

Dónde están los que morían

en otras revoluciones?

(J. L. Borges, “¿Dónde se habrán ido?”)

También el rock and roll ha echado mano del ubi sunt, y en nuestro país podemos encontrar ejemplos como alguna estrofa de la canción de Loquillo y los Trogloditas "¿Dónde estabas tú en el 77?", o el tema del grupo 091 "¿Qué fue del siglo XX?", cuya letra entera es un ubi sunt en estado puro.

El interés que desde hace tiempo me suscita la guerra civil me ha hecho reflexionar muchas veces sobre ésta desde la perspectiva del ubi sunt, haciéndome la inevitable pregunta, ¿Qué ha quedado de todo aquello?

¿Qué fue de las ideas que impulsaron a los unos y a los otros a matarse por defenderlas? ¿Quién se acuerda de los que se vieron inmersos en esa tragedia? ¿Dónde fueron a parar sus miedos, sus deseos, sus emociones, pasiones y penas?

He visto los antiguos campos de batalla repletos de escombros y desperdicios. He paseado entre trincheras casi desaparecidas. He visitado fortines ruinosos y he encontrado restos de aquellos días (balas, metralla…), que mucha gente ve como simple chatarra.

Cada bando enfrentado creó su propia épica y mitología: las milicias del pueblo, los novios de la Muerte, los poetas recitando en los frentes, los asaltos a la bayoneta, los dinamiteros que a cuerpo se enfrentaban a los carros de combate, la guerra de minas…

Lugares que durante mucho tiempo sonaron a guerra: el Vértice Cumbre, la Posición Rubio, Casa Camorra, Bar Anita, Romanillos, el Mosquito, la Bellota, castillo de Villafranca, la Loma Fortificada y la Artillera, Palacio de Boadilla, cementerio de Pozuelo

Unidades de combate cuyos nombres se van olvidando: el Batallón Thaelman, la IV Bandera de la Legión, el Comuna de París, el VI Tabor de Tetuán, la Columna Barceló, la 111ª Brigada Mixta, la 20 División Nacional…

Y protagonistas de aquellos lejanos días. Conocidos unos: Varela, Vicente Rojo, Barrón, Iruretagoyena, Lister, Mera, Asensio, Miaja, Hans, Buruaga, García Escámez, Durán, Kleber… aunque anónimos y desconocidos la inmensa mayoría de ellos.

¿Qué quedo de aquello? ¿Para qué sirvió? ¿Quién lo recuerda? ¿Dónde están?

Dicen que la memoria es el antídoto contra el olvido, pero el olvido, el paso del tiempo, acostumbran a mostrarse implacables, inexorables y crueles con esa memoria, hasta que terminan por hacerla desaparecer del todo, o casi del todo.

JAVIER M. CALVO MARTÍNEZ

Fotografía: Restos de munición encontrada en una trinchera republicana en Las Rozas (JMCM)

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