jueves, 15 de octubre de 2009

54) Casa Camorra



CASA CAMORRA

A lo largo de los contenidos de este blog hemos querido dejar claro que el frente que se desarrolló en el noroeste de Madrid tras la batalla de la carretera de La Coruña, si bien es cierto que fue un frente estable y con pocas modificaciones hasta el final de la guerra, no fue en absoluto un frente tranquilo o carente de combates.

Las unidades que por él desfilaron protagonizaron diferentes acciones en todo el sector, y en la documentación de la época abundan los datos referidos a golpes de mano, guerra de minas, operaciones locales, acciones de guerrilla, etc. Pequeñas ganancias y pérdidas de terreno que se cobraban numerosas bajas de manera cotidiana.

Hoy recuperamos del olvido una de estas acciones. La que se desarrolló el 27 de agosto de 1938 en la Cuesta de Las Perdices. En esta ocasión, tropas de la 20 División del Ejército franquista desarrollaron un golpe de mano desde la posición “Casa Camorra”, que permitió avanzar las líneas propias varias docenas de metros al lograr desalojar a los republicanos de una serie de construcciones fortificadas.

Como ya se ha señalado en otras ocasiones, el terreno en el que se desarrolló la batalla de la carretera de La Coruña entre finales de noviembre de 1936 y mediados de enero de 1937, no contaba con destacados accidentes geográficos que facilitaran la defensa del mismo. Sin embargo, los republicanos supieron sacar buen provecho del abundante número de construcciones, en su mayoría casas de veraneo y restaurantes de carretera, existentes en la zona. Aunque estos edificios no mantenían una buena conexión entre ellos, sus defensores los fortificaron a conciencia, convirtiéndolos en potentes bastiones defensivos. Sus balcones y ventanas transformadas en bocas de fuego, las aspilleras abiertas en sus muros, las tapias y vallas de sus jardines, terminaron constituyendo un férreo obstáculo para las tropas de choque franquistas.

Los defensores, parapetados en estas casas, ofrecieron una decidida resistencia. La lucha supuso episodios de gran violencia y numerosas bajas. Muchas veces, los edificios eran defendidos hasta la muerte, y en ocasiones, se daba el caso de tener que combatir planta por planta, habitación por habitación. La destrucción lo invadió todo, convirtiendo las construcciones en ruinas, pero la lucha continuó entre los escombros. En algunos puntos el pulso fue tan fuerte e intenso que la separación entre atacantes y defensores llegó a ser de escasísimos metros. En más de una ocasión, se produjo el dramático hecho de que en un mismo edificio, la planta baja era ocupada por los unos, mientras que en las plantas superiores, aislados, seguían resistiendo los defensores.

Terminadas las operaciones del invierno de 1937 en el noroeste de Madrid, cada Ejército comenzó a fortificar su terreno, labor para la cual, además de la construcción de trincheras y fortines, se procedió al aprovechamiento de todos los edificios y ruinas aptas para este fin.

Entre las construcciones convertidas en fortaleza se encontraba un popular restaurante ubicado en la Cuesta de las Perdices, conocido antes de la guerra por el nombre de “Casa Camorra”, nombre que seguirán utilizando los militares para referirse a este punto del frente. El día 9 de enero de 1937, la Cuesta de las Perdices fue escenario de una lucha especialmente dura. Los republicanos quedaron aislados en diferentes casas y, decididos a resistir hasta el final, protagonizaron horas y horas de combates desesperados que se alargaron a lo largo de la noche. Finalmente, uno de los lados de la carretera quedó en poder de los franquistas, mientras que en el otro lado se mantuvieron los republicanos. La separación entre unos y otros era poco más que el ancho de la carretera que, por supuesto, era muchísimo más reducido que en la actualidad (un carril para cada sentido).

El edificio más importante que en este punto quedó en manos de los franquistas fue el ya mencionado restaurante “Casa Camorra”, un gran caserón de dos plantas levantado junto a la carretera, en cuyos gruesos muros se abrían diferentes balcones y ventanas. Convertido en nido de ametralladoras y unido a otras construcciones a través de trincheras se convirtió en uno de los puntos más emblemáticos de la primera línea de fuego al noroeste de la capital.

Como señalábamos más arriba, el 27 de agosto de 1938, tropas de la 20 División del Primer Cuerpo del Ejército Nacional, ubicadas en la posición “Casa Camorra” reciben la orden de cruzar la carretera de La Coruña y desalojar a los republicanos de las construcciones que ocupan al otro lado de la misma. En uno de los Partes de Operaciones de dicha División se hace el siguiente “RELATO DE LOS HECHOS”:

“ A las 15:15 horas del día 27 de agosto de 1938, tres Secciones Ofensivas se lanzaron sobre tres casas ocupadas por el enemigo, junto a la carretera de La Coruña en la Cuesta de las Perdices, desalojándolos de ellas, ocupándolas y haciéndoles muertos, heridos y prisioneros, progresando luego por los ramales de acceso hasta donde lo permitió la fuerza disponible.

Contraatacó al poco el enemigo con un efectivo probable de dos Compañías, siendo rechazado.

A las 22:00 horas, previa preparación artillera, se lanzó al asalto, siendo rechazado.

A las 3:15 horas, se lanzó al asalto, llegó a ocupar una de las casas tomadas, siendo nuevamente desalojado.

El día 28, a las 22 horas, atacó otra vez infructuosamente. Los días 29 al 2 de septiembre siguió batiendo las casas con fuego de mortero y cañón.

Finalmente, el día 3, a las 6:45 horas, hizo una concentración de fuegos de infantería sobre las casas, volando a las 7:00 horas una mina situada bajo la casa de la izquierda y se lanzó al asalto con un efectivo aproximado de tres Compañías, siendo rechazado, consiguiendo mantenerse nuestras tropas sobre los escombros de la casa destruida.”



Como podemos comprobar, muchas veces los golpes de mano alcanzaban unas proporciones muy respetables. Atendiendo a los Partes de Bajas de las tropas franquistas que participaron en la operación (2º Batallón de Toledo, 8º Batallón de San Quintín, 3º Batallón de Pavía, 254º Batallón, y Secciones de Zapadores), las bajas (muertos, heridos y desaparecidos) ascienden a 176. En los mismos informes se afirma haber capturado a 30 prisioneros y encontrado 10 cadáveres enemigos en las casas ocupadas, además de diverso botín (fusiles y fusiles ametralladores básicamente). Otros datos interesantes son los que se refieren a la munición consumida en la operación: 6.000 cartuchos de 6,5 mm; otros 51.000 de 7 mm; 2.000 granadas de mano; 912 granadas de mortero 50 mm; otras 763 de 81 mm; y más de 600 proyectiles artilleros de diversos calibres.

Por su parte, las tropas de Zapadores comienzan su trabajo en el mismo fragor de los combates. Además del acondicionamiento de los nuevos parapetos y la creación de puestos de tiro, se trabaja intensamente en la construcción de túneles por debajo de la carretera de La Coruña para enlazar las vanguardias recién establecidas con su retaguardia, así como en la exploración de los sótanos de las casas ocupadas a la búsqueda de posibles minas enemigas.

El informe se completa con una larga lista de soldados “Distinguidos” y “Muy Distinguidos” por su actuación, valor y espíritu en el combate.

Son muchas las acciones y operaciones de este tipo desarrolladas por uno y otro Ejército en el frente de Madrid a lo largo de toda la guerra. La inmensa mayoría de ellas son desconocidas, permanecen olvidadas en viejos legajos de informes y documentos de la época, o en la memoria de los pocos protagonistas que aun viven. En general, los estudios realizados sobre operaciones militares en la guerra civil se limitan a las grandes batallas (Brunete, Jarama, Guadalajara, El Ebro…), desechando, como poco importante, lo que sucedía en los frentes de batalla al finalizar éstas. Este hecho nos da una visión muy limitada de lo que en realidad fue la contienda española, y nos impide ser conscientes de lo que suponía la guerra de posiciones en los diferentes frentes, una guerra dura y peligrosa, en la que se vieron envueltos miles de combatientes a lo largo de tres años.

El estudio y conocimiento de esa guerra de trincheras es imprescindible para poder comprender y saber interpretar la evolución de los frentes, unos frentes en los que, a pesar de su calificación de “estables”, se combatió constantemente. Unos frentes en cuyas trincheras, parapetos y fortines, los hombres sobrevivieron, sintieron, sufrieron y, muchos de ellos, murieron.

JAVIER M. CALVO MARTÍNEZ

Fotografía 1: Instantánea del Restaurante “Casa Camorra” realizada desde posiciones republicanas en enero de 1937, cuando ésta ya había sido ocupada por los franquistas.
Fotografía 2: Croquis que aparece en uno de los Informes de la 20 División Nacional referidos a los combates del 27 de agosto de 1938 en la Cuesta de las Perdices (AGMA).

Documentación procedente del AGMA


LOS INTERESADOS EN ESTE EPISODIO, PUEDEN SEGUIR LEYENDO "CASA CAMORRA (2ª PARTE)"

3 comentarios:

  1. Enhorabuena por el trabajo, ¿tenéis alguna información sobre el papel que juega en estos hechos las unidades republicanas emplazadas en el Hipódromo de la Zarzuela?

    Gracias
    (epiqueyo@hotmail.com)

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  2. Hola.

    La verdad es que, en estos hechos concretos, no puedo decirte el papel que jugaron las unidades que estuvieran en el Hipódromo. Tendría que revisar la documentación a ver que aparece (algo nada sencillo y que lleva tiempo).

    Como sabrás, las obras del Hipódromo de la Zarzuela no habían finalizado cuando empezó la guerra. Su ubicación en la zona de combates afectó muy seriamente a sus construcciones, utilizadas con distintos fines por el ejército republicano.

    Parece ser que el Hipódromo, entre otras funciones, sirvió para emplazar una batería, pero desconozco si ésta permaneció allí durante toda la guerra. En cuanto a las unidades destinadas en el Hipódromo, depende del momento, pero seguir la pista a todas ellas es bastante complicado.

    Como curiosidad, te diré que no hace demasiado tiempo, al realizar reformas en la tribuna del Hipódromo, apareció una inscripción que hacía alusión al 2º Batallón de la 48ª Brigada, aunque, como es lógico, esta unidad no permaneció en este punto durante toda la guerra.

    Como ves, en este momento no puedo ayudarte demasiado. Quizás, con el tiempo, pueda ir aportando más información.

    Puedes probar a plantear tu consulta en el Foro de Gefrema (Grupo de Estudios del Frente de Madrid), en donde no me extrañaría que alguien sepa más cosas. El enlace es:

    http://www.gefrema.org/foro/

    Precisamente, en ese foro y a raíz de los artículos publicados en este blog sobre “Casa Camorra”, surgió un intercambio de datos, opiniones e informaciones muy interesantes y enriquecedoras. Aquí tienes el enlace por si te apetece echarle un ojo:

    http://www.gefrema.org/foro/viewtopic.php?f=9&t=3155

    Todavía son muchísimas las preguntas, dudas y cuestiones sobre la guerra civil en Madrid. Entre todos y todas intentaremos ir encontrando las respuestas.

    Un saludo.

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  3. Gracias Gerión por tu comentario, me alegra leer que me remites al foro de GEFREMA, pues soy el secretario de la Asociación.

    Respecto a la inscripción, la conozco porque frecuento el hipódromo y de hecho es la razón por la que colgué mi comentario en este foro.

    Te animo a que continuemos con la investigación sobre la presencia de este Bon en el hipódromo para preparar un artículo para Frente de Madrid, la revista de GEFREMA.

    Un saludo

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