viernes, 13 de noviembre de 2009

57) Enmendando errores



ENMENDANDO ERRORES

En los últimos años, el interés por los restos de la guerra civil está experimentando un auge considerable. Cada vez somos más las personas que sentimos curiosidad por conocer esta parte de nuestra Historia.

Pasear por los antiguos campos de batalla, recorrer olvidadas líneas de frente, visitar fortines y trincheras, son actividades sugerentes y atractivas que, muchas veces, llevan aparejado el querer comprender e interpretar lo que vemos, adentrándonos en el estudio de lo que sucedió en esos lugares. Pero esto, no siempre resulta sencillo.

Como ya hemos señalado en otros apartados de este blog, los estudios serios sobre la guerra civil en el noroeste de Madrid no son demasiado abundantes. Si nos centramos en las grandes batallas desarrolladas en la zona, la verdad es que podríamos quedarnos con tan sólo cuatro o cinco libros de referencia. Son éstos, grandes trabajos de estudio e investigación, pero fueron publicados hace ya varias décadas y, aunque hasta la fecha no han sido superados por ningún otro trabajo, lo cierto es que están ya muy exprimidos y no dejan de presentar ciertas limitaciones.

Respecto a las líneas de frente establecidas tras dichas batallas, y al como se desarrolló la guerra en ellas, los estudios con los que contamos son más recientes, pero a pesar de haber aparecido algunas muy buenas aportaciones, en general, son también muy escasos y queda mucho trabajo por hacer.

En definitiva: que no resulta sencillo adentrarse en un estudio y conocimiento profundo de la guerra civil en el noroeste de Madrid, prevaleciendo un buen número de dudas, preguntas e interrogantes al respecto. Este vacío de información, unido al creciente interés que la guerra civil despierta en cada vez más número de personas, a veces provoca que, allí donde faltan datos, éstos se inventen. En ocasiones se construyen teorías e interpretaciones sin ningún fundamento, presentándose como ciertas, cosas basadas en meras impresiones o fantasías.

Con frecuencia no se contrasta la información ni se comparan las fuentes. Los errores y equivocaciones se transforman en verdades. Falsas verdades que a base de repetirse una y otra vez se terminan aceptando como reales sin mayor complicación.

No todo lo que está publicado o aparece en Internet tiene porque responder a la realidad. Lo mismo se puede decir de los testimonios orales, los recuerdos, etc. La memoria, muchas veces, es engañosa y, sobretodo, no suele ser nada objetiva.

Son varios los ejemplos que podría presentar al respecto, pero voy a centrarme sólo en uno. Elijo este caso porque son ya muchas las veces que me he encontrado con este error, tanto en conversaciones, como en cosas publicadas en Internet. Se trata de la interpretación que, cada vez con más frecuencia, se da a un monumento existente en la actual carretera del Plantío (que, durante la guerra, constituía un tramo de la carretera de La Coruña). Dicho monumento consiste en una especie de monolito, levantado en memoria de Don Luís Blanco Aguirre, capitán del Cuerpo de Ingenieros.

Es mucha la gente que relaciona a este militar con la guerra civil, presentándolo como uno de los caídos del bando franquista durante los combates de enero de 1937. La verdad es que, para los que sentimos interés por el tema, la idea resulta sugerente. Tan sugerente y atractiva que se ha terminado por aceptar como cierta. Pero de cierta no tiene nada.

Don Luís Blanco Aguirre nació en Bilbao, el 8 de junio de 1884. Ingresó en la Academia Militar a la edad de catorce años y en 1904 alcanzó el grado de teniente. Prestó servicios en Telégrafos, en las Comandancias de Tenerife y de Gran Canarias. En 1910 ascendió a capitán y fue destinado al Centro Electrotécnico y de Comunicaciones y nombrado profesor de la Escuela Práctica de Automóviles.

El viernes 13 de octubre de 1911 fue un día fatídico. Al regreso de unas prácticas en Villalba, el vehículo conducido por el capitán Blanco, que iba acompañado por otros cuatro militares, sufrió un trágico accidente en el kilómetro 15 de la carretera de La Coruña. Don Luís Blanco Aguirre murió en el acto y otros tres oficiales resultaron con heridas leves. El capitán Blanco, que en aquel momento contaba 27 años, recibió sepultura en la Sacramental de San Justo, en Madrid, y su fallecimiento causó una gran conmoción entre sus compañeros de armas, haciéndose eco del suceso diversa prensa de la época. Un ejemplo es el ABC publicado el sábado 14 de octubre de 1911, en cuya página 6 aparece una referencia muy completa del accidente. Los interesados pueden consultarlo pinchando aquí.

Como podemos comprobar, Don Luís Blanco Aguirre falleció, nada más y nada menos que veinticinco años antes de que estallase la guerra civil española, sin embargo, es mucha la gente que, sin fundamento de ningún tipo, cree, e incluso asegura, que el capitán Blanco fue uno de los oficiales franquistas caídos durante la batalla de la carretera de La Coruña. Una invención o un error que se repite una y otra vez hasta que se acepta como real.

Lo que no puedo asegurar es si, el monumento en cuestión, fue levantado por los familiares y amigos del capitán o a iniciativa del Ejército, ni tampoco desde que momento se encuentra en el lugar que hoy ocupa. Pero espero que lo aquí expuesto sirva de pequeña contribución para enmendar este error, cada vez más extendido entre algunos aficionados y aficionadas a la guerra civil en el noroeste de Madrid.

Es normal cometer equivocaciones, por ello se debe de tener cuidado con las informaciones y fuentes que manejamos y procurar, dentro de lo posible, contrastar y comparar los datos. Sería gracioso que se termine aceptando que el monumento de la carretera de El Plantío se levantó en memoria de un oficial franquista y que con la nueva “Ley de la Memoria Histórica” en la mano, alguien solicite su retirada.

El atractivo que va suscitando la guerra civil provoca que algunos quieran ver huellas y restos de la misma en todas partes, y eso es un error. Ni todos los restos de hormigón son fortines, ni cualquier trozo de metal oxidado es metralla, ni un desconchón en una fachada tiene porque ser un impacto de bala. Tampoco todas las calles o monumentos dedicados a militares tienen porque estar relacionas con la guerra civil. Haberlos los hay (de momento), pero no se puede perder la perspectiva y la medida de las cosas. Más que nada, para no volvernos locos y locas del todo.

Hallar datos y referencias sobre el capitán Blanco no ha sido fácil. Sin la ayuda del investigador Jacinto Arévalo y de Don Carlos Zamorano, del Instituto de Historia y Cultura Militar de Madrid, habría sido aun más complicado. A los dos mi agradecimiento.

JAVIER M. CALVO MARTÍNEZ

Fotografía 1): Monumento en memoria del capitán Don Luís Blanco Aguirre, con el escudo de ingenieros en la base (JMCM)
Fotografía 2): Inscripción que aparece en el monumento. Muy deteriorada, lo que ha dado pie a las especulaciones (JMCM)
Fotografía 3): Necrológica de Don Luís Blanco Aguirre aparecida en una revista militar de la época.

5 comentarios:

  1. Muchas gracias por la aclaración.
    Papalbatros

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  2. Ejemplar trabajo de investigación, que me ha hecho cambiar algunos posts, como el del enlace.
    El capitán tiene calle en un pueblo de Toledo, según vi en una furgoneta que pasaba.

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  3. HOLA 34BM,SOLO PREGUNTARTE POR TU PAJINA ,NO SOY CAPAZ DE FUNCIONARLA.
    TAMPOCO LA DE TEMA SUR DE AVILA?????

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  4. Acabo de descubrir "suscribirse a comentarios" y leído este. Para leer los foros que dices, sólo hay que entrar. Para ver las fotos y enlaces (varios a este blog), hay que registrarse y estar conectado.
    Mi correo: madridquebienresiste arroba yahoo punto com.

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  5. Este post tiene la Etiqueta de Majadahonda porque es frecuente ubicar el monumento del capitán Don Luis Aguirre Blanco en este municipio, pero esto constituye otro error. En realidad, el monumento se encuentra en el término municipal de Madrid (al igual que todo El Plantío) aunque, eso si, casi en la linde con Majadahonda.

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