Entre los meses de octubre y
noviembre de 2024 se ha realizado una peritación arqueológica para la
localización y documentación de estructuras defensivas en el yacimiento
arqueológico denominado “Fortificaciones de la Peñuela”, inscrito en el
Catálogo de Bienes del Patrimonio Cultural con el código CM/176/0016 y ubicado al
sur del núcleo urbano de Villanueva de la Cañada. Esta peritación ha consistido en un estudio histórico y documental previo, prospección, desbroces
mecánicos, limpieza manual de las estructuras halladas y redacción de la correspondiente
Memoria sobre el resultado de los trabajos para el Ayuntamiento de Villanueva
de la Cañada, promotor de la intervención, y la Dirección General de
Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid.
Los trabajos han sido realizados
por “Urquiaga. Trabajos en y para la arqueología”, con la dirección arqueológica
y técnica de David Urquiaga Cela y Javier M. Calvo Martínez, y la colaboración de
Víctor Calvillo en los trabajos de topografía y de Francisco Pino en la realización de vídeos
y fotografías con dron.
La zona en la que se ha intervenido formaba parte de la primera línea del frente de la 69ª División republicana, en concreto, de la denominada “Posición nº 19 Monte Bajo”, que se extendía desde la carretera de Villanueva de la Cañada a Brunete (actual M-600) hasta el pequeño promontorio en el que se han realizado los trabajos arqueológicos, y que al final de la guerra estaba defendida por fuerzas del 395º Batallón de la 99 Brigada Mixta.
Los restos objeto de nuestro estudio se encontraban en el extremo suroeste de dicha posición, y constituían solo una pequeña parte de un sistema defensivo mucho más amplio, que estaba formado por otros elementos en los que, de momento, no se ha intervenido, pero con los que estaban estrechamente relacionados, algunos de los cuales son visibles en el terreno, como el inicio de una galería subterránea construida en ladrillo, un nido de ametralladoras de características similares al que se ha intervenido o una estructura circular que interpretamos como un posible puesto de observación.
La prospección superficial, los
desbroces mecánicos y la limpieza manual en este espacio han permitido
localizar las fábricas superiores de un interesante complejo formado por
diversas estructuras defensivas: ramales de trincheras, la mayoría de ellas
revestidas de ladrillo macizo; 6 pozos de tirador, 5 de ellos conformando un
característico puesto de escuadra; 1 posible puesto de granadero; 2 espacios o
habitáculos de planta rectangular con muros de hormigón y 1 nido de
ametralladoras circular.
Todos estos elementos, completamente colmatados en la actualidad, fueron excavados en el terreno durante la guerra y algunos de ellos contaban con cubierta, posiblemente a base de vigas o rollizos y tierra.
A continuación, pasamos a analizar cada uno de los elementos localizados:
TRINCHERAS
Como es sabido, las trincheras son zanjas profundas y estrechas excavadas en el terreno para ocultar a los defensores de una posición y protegerlos del fuego enemigo. En esencia, podríamos hablar de dos tipos de trincheras: las de combate, desde las que atacar o defenderse, y las de comunicación, que como su propio nombre indica servían para moverse por los diferentes elementos que conformaban una posición, recibiendo también el nombre genérico de zanjas o ramales de comunicación. Los tramos localizados durante la intervención arqueológica pertenecen a este último modelo.
Aunque desconocemos la medida exacta, entendemos que en su momento estas trincheras podrían
tener en torno a 1,80 m de profundidad, la cual se complementaría con la
protección que ofrecían los parapetos de tierra hasta alcanzar los 2 m de
altura a los que se refieren los documentos de época consultados sobre esta posición. En cuanto al
ancho, este varía entre los 0,5 m y los 0,95 m aproximadamente. En general,
presentan un trazado ondulado y sus paredes están revestidas de ladrillo macizo.
POZOS DE TIRADOR
Los pozos de tirador eran
pequeños espacios excavados en el terreno y ligeramente adelantados a las
trincheras desde los que el soldado, protegido del fuego enemigo por la propia
excavación y un parapeto de tierra y sacos terreros, podía hacer uso de un
fusil o de un fusil ametrallador. Los pozos de tirador localizados en esta posición son individuales
y de planta circular. Tal y como sucede con las trincheras, tienen sus paredes
revestidas de ladrillo macizo.
PUESTO DE ESCUADRA
La escuadra era la unidad de
Infantería más pequeña, formada por unos 5 soldados, con un cabo o jefe de
escuadra al mando. Por tanto, un puesto de escuadra sería una obra de
fortificación habilitada para este número de fusileros. En el caso que nos
ocupa, encontramos un puesto de escuadra compuesto por cinco pozos de tirador
individuales unidos a un ramal de circulación con forma de herradura, todo ello
con las paredes revestidas de ladrillo. En su extremo derecho, el puesto de
escuadra se complementa con otra estructura circular de mayor tamaño que los
pozos de tirador, la cual interpretamos como un posible puesto de granadero.
PUESTO DE GRANADERO
Los puestos de granadero eran
estructuras defensivas situadas por delante de las trincheras o ramales de
comunicación, diseñadas para que el soldado pudiera lanzar granadas de mano en
caso de que el atacante se encontrase lo suficientemente cerca de la posición (se
calcula que la distancia máxima que puede alcanzar una granada lanzada a mano es
de 30 a 40 m).
En las posiciones de la Guerra Civil no es del todo extraño encontrar puestos de granaderos complementando puestos de escuadra. Esto es lo que nos lleva a interpretar esta estructura circular, con las paredes revestidas de ladrillo macizo, como un posible puesto de granadero, aunque de momento no podemos asegurarlo taxativamente.
HABITÁCULOS
Durante los desbroces mecánicos y
manuales han aparecido dos habitáculos o habitaciones de planta rectangular.
Sus dimensiones aproximadas son de 5,74 m de longitud y entre los 1,71 m y 2,65
m de anchura. El más pequeño de ellos enlaza con el ramal que da paso al puesto
de escuadra. El más grande se sitúa en las proximidades del nido de
ametralladoras. Ambos parecen tener muros de hormigón en masa y cuentan con dos
accesos situados paralelamente en una de sus paredes. En su momento debieron de
contar con algún tipo de cubierta. Resulta complicado precisar la función que pudieron
haber tenido: alojamiento, depósito, almacén… Quizás, una excavación completa
de los mismos podría facilitar alguna información relevante sobre el uso que
tuvieron estos espacios.
NIDO DE AMETRALLADORAS
La ametralladora era el elemento
fundamental en el que se basaban las organizaciones defensivas de la Guerra
Civil. Por este motivo, resultaba muy importante disponer de adecuados
asentamientos para estas armas.
El nido de ametralladoras en el
que se ha intervenido es de planta circular, con un diámetro total de
aproximadamente 3,90 m. El sistema constructivo parece haber sido a base de
dos paramentos paralelos de ladrillos macizos con el espacio interior relleno
de hormigón en masa. Cuenta con tres troneras de tamaños similares. Ha perdido la cubierta y dispone de
un único acceso en codo que enlaza con un ramal de trinchera. El
interior consiste en una cámara circular de aproximadamente 2,55 m de diámetro,
totalmente colmatada en la actualidad.
Como ya hemos señalado, de
momento solo se han descubierto y limpiado las fábricas superiores de estas
estructuras con el fin de localizarlas y documentarlas. El resto de estas obras no ha sido excavado, al igual que los otros elementos que conforman el
yacimiento, y en los que de momento no se ha intervenido. Sin duda, futuras
actuaciones arqueológicas podrán seguir aportando
información interesante para interpretar adecuadamente esta posición situada en
lo que fue la primera línea de fuego en el frente de Brunete.
JAVIER M.CALVO MARTÍNEZ
Enhorabuena, trabajo ejemplar.
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