UNA GUERRA LARGA Y DIFICIL
(CONTINUACIÓN DE "PELIGRO DE EXTINCIÓN")
En los últimos días he intentado recopilar información sobre la prospección arqueológica, realizada en octubre de 2006, en las zonas afectadas por el nuevo PGOU de Las Rozas.
Los restos que han sido incluidos en ese informe son:
Fuente del Cura (3 fortines); Vértice Cumbre (5 fortines); La Puentecilla (2 fortines); Posición Rubio (2 fortines). Total: 12 fortines.
Los interesados, podéis visitar el “Anuario de Actuaciones Arqueológicas y Paleontológicas de la Comunidad de Madrid” (sólo tenéis que pinchar encima y buscar Las Rozas en el listado de municipios).
También podéis consultar la “Memoria de las IV Jornadas de Patrimonio Arqueológico de la Comunidad de Madrid” (páginas 35-37), celebradas en Alcalá de Henares, los días 21, 22 y 23 de noviembre de 2007. En estas Jornadas, entre otros muchos temas interesantes, se presentó un informe sobre las “Prospecciones en las zonas afectadas por la revisión-adaptación del PGOU del término municipal de Las Rozas (Madrid)”, realizadas por los arqueólogos y arqueólogas: David Urquiaga Cela, Raúl Flores Fernández, Lourdes Morales García y Sara Genicio Lorenzo.
Se trata de una mínima parte del patrimonio que de la guerra civil existe en la zona. A primera vista, este trabajo (que cuenta con algunos errores en la interpretación de los restos) puede resultar poca cosa, pero algo es algo. Nunca antes se había hecho nada parecido con respecto a los vestigios de la guerra civil en Las Rozas. Las cosas se destruían y punto. Con todas las carencias y limitaciones que esta prospección tiene, lo cierto es que supone un cambio muy importante respecto a la consideración que estos restos han tenido hasta ahora. Faltan muchísimas cosas, pero al menos, contamos ya con una base oficial sobre la que poder seguir trabajando.
En cualquier caso, lo limitado de este informe, no es tanto responsabilidad del equipo de arqueólogos que lo ha llevado a cabo, sino, más bien, de la falta de voluntad de los responsables políticos, más interesados en sacar el máximo rendimiento económico y especulativo a los terrenos, que en preservar lo que de valor histórico, ecológico o cultural puedan tener. La ley les obliga a estas cosas, pero no van a poner demasiado empeño (presupeusto, tiempo...) en algo que puede suponer un serio problema a sus proyectos inmobiliarios y urbanísticos.
Los restos documentados en el informe tienen máxima protección por parte de la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad Autónoma de Madrid (Resolución de 21 de mayo de 2008). Esto quiere decir, que no se va a poder urbanizar en una amplia banda de cautela (un perímetro de 250 m en algunos casos), teniendo que respetar también las cañadas. Pero hay más, cuando se efectúen las obras de urbanización van a tener que acondicionar los fortines, señalándolos con carteles explicativos, etc.
Esta pequeña catalogación de restos, con todas sus carencias, es un enorme avance en la conservación del patrimonio de la guerra civil y, como podréis imaginar, ha debido suponer una importante modificación del Proyecto Urbanístico inicial.
Por otra parte, cuando comiencen las obras de urbanización del PGOU de Las Rozas, la CAM deberá pedir un segundo peritaje arqueológico y un control de los movimientos de tierras por parte de un arqueólogo. En ese momento, si estamos atentos, podremos aprovechar para intentar ampliar al máximo la recopilación inicial. El trabajo de catalogación de restos en la zona (aun pudiendo aparecer más cosas) lo tengo hecho desde hace tiempo (ubicación GPS, características de los restos, historia…). Solo habría que revisarlo y adaptarlo para ese fin.
Pero ojo, todo esto es la teoría. Evidentemente, un PGOU de estas características, supone un complejo y enorme conflicto de intereses de todo tipo. Una cosa es lo que dice la ley, y otra, que ésta se cumpla. Todos los restos que no han sido incluidos en el informe, son susceptibles de ser destruidos mañana mismo, puesto que, oficialmente, no existen. No es difícil imaginar las nefastas consecuencias que esto puede tener para el patrimonio arqueológico si se actúa de mala fe (algo bastante común por otra parte). Agarrándose a esa catalogación oficial, Ayuntamiento o particulares, podrían destruir el resto de cosas que no incluye el informe presentado en la CAM. Ante la posibilidad de que la catalogación oficial de restos pueda seguir ampliándose, cualquier desaprensivo puede darse prisa en borrarlos para que no obstaculicen sus proyectos urbanísticos o de cualquier otro tipo.
Por ello, todos los que estamos sensibilizados con la cuestión deberemos de estar muy atentos y preparados ante cualquier intento de agresión. Los restos de la guerra civil comienzan a tener cierta consideración y, en algunos casos, algún tipo de protección, pero, en líneas generales, siguen sufriendo un riesgo enorme. No cuentan con ninguna protección específica (que sería lo ideal). Con la Ley de Patrimonio de la CAM en la mano, podrían acogerse a alguna categoría de protección (Bien de Interés Cultural, etc.), pero el problema es que no existe una catalogación ni inventario decente de los mismos. Si no se sabe que tal resto existe, ¿cómo se va a poder impedir su destrucción?
Está claro que queda mucho camino por recorrer, pero, poco a poco, se van incluyendo algunos cambios positivos. Cambios que, muchas veces, particulares y entidades públicas se ven obligados a cumplir a regañadientes. Son muchos los intereses y el dinero que están en juego. El que un puñado de “ruinas”, pueda obstaculizar, e incluso impedir, una importante operación económica, es algo que muchos no van a aceptar de buena gana, intentando adelantarse a la posible protección que los vestigios históricos y culturales puedan recibir.
Creo que hay herramientas suficientes para trabajar en el cuidado y protección de nuestro patrimonio. Quienes nos sentimos especialmente sensibilizados con estas cuestiones, tenemos que continuar en nuestro compromiso y mantenernos activos en esta importante lucha.
Desde luego, el combate es desigual, el enemigo fuerte y la guerra larga y difícil. Pero cuantas más batallas seamos capaces de ganar, más conseguiremos preservar esta parte de nuestra Historia.
JAVIER M. CALVO MARTÍNEZ
JAVIER M. CALVO MARTÍNEZ
Fotografías: Detalle de troneras en fortines de “Fuente del Cura” y “Vértice Cumbre” (JMCM)