LO QUE LA TIERRA OCULTA
En ocasiones, se tiene constancia
de la existencia de restos arqueológicos en un lugar concreto porque estos, de
una manera u otra, afloran en el terreno.
Otras veces, en el suelo no se manifiesta ninguna señal evidente, pero
se sabe que hay un yacimiento porque está catalogado histórica y/o
arqueológicamente, aunque puede que se desconozca la entidad y extensión que
tiene. Y, otras muchas, no se tiene la menor idea de lo que puede haber bajo
tierra.
Las prospecciones, sondeos y
peritaciones arqueológicas permiten documentar oficialmente estos lugares, obteniendo
información que será muy útil de cara a cualquier tipo de actuación futura
(urbanismo, infraestructuras, musealización, etc.), descubriendo nuevos
elementos que permanecían ocultos en el subsuelo y ampliando el conocimiento
que se tiene del yacimiento.
Estas dos fotografías
corresponden a un mismo lugar. En la primera, las capas de tierra y vegetación impiden
conocer qué tipo de restos pueden existir enterrados. En la segunda, tras
desbrozar y excavar manualmente, van apareciendo unas estructuras circulares de
ladrillo que, tras varios días de trabajo, resultarán ser pozos de tirador de
un puesto de escuadra.
Javier M. Calvo Martínez
Villanueva de la Cañada, posiciones republicanas de primera línea (octubre 2024)
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