En septiembre de 2022, tuvimos la oportunidad de participar en una intervención proyectada y dirigida por los arqueólogos Miguel Ángel Bru Castro y Pablo Schnell Quiertant, dentro del Plan Regional de Fortificaciones de la Guerra Civil, impulsado por la Dirección General de Patrimonio Cultural.
Durante la misma se excavó y documentó una peculiar estructura defensiva en la zona de La Jarosa, en el término municipal de Guadarrama. Esta posición de primera línea formaba parte del despliegue defensivo de la 29 Brigada Mixta, 2ª División, I Cuerpo de Ejército republicano.
Se trataba de una estructura excavada en el terreno y conectada a una trinchera, en parte, tallada en la propia roca natural. La fortificación, cuya planta recordaba a la forma de un martillo, parecía ser una combinación entre puesto de escuadra y asiento para fusil ametrallador. Las paredes estaban revestidas de ladrillo macizo, así como el suelo, solado también de ladrillo. Todo apuntaba a que, tras la guerra, tanto el fortín como las trincheras fueron colmatadas de manera intencionada con guijarros de la zona y los propios acopios de tierras que conformaban los parapetos, lo que supuso un duro trabajo de desescombro durante la intervención arqueológica.
Esta actuación complementaba otra realizada un año antes por el mismo equipo de arqueólogos en otra fortificación muy próxima, la cual formaba parte del mismo sistema defensivo. En este otro caso, se trataba de un nido de ametralladoras circular, enlazado a trincheras y con un acceso en galería. Todo ello integrado en un atractivo paraje natural de montaña.
Interesante intervención con sorpresas como que no llegó a ser acabada, y que nos hablan de la fase final de la Guerra, en la que se seguían proyectando y ejecutando obras, en aras de hacer ver al otro bando la capacidad constructiva.
ResponderEliminarGracias Javier. Miguel Ángel Bru.