Fragmentos de tres granas de mortero Valero de 50 mm recuperados en las excavaciones que se están realizando en la Dehesa de Navalcarbón:
Dos ojivas.
Dos cuerpos.
Tres culotes de cartuchos de proyección.
Fragmentos de ojiva, cuerpo, bandas de conducción y otros
restos.
Ni rastro de las características colas estabilizadoras con
seis aletas que llevaban estas granadas.
Todo apunta (es una hipótesis) a que estos proyectiles
fueron inutilizados y abandonados en el mismo lugar en el que han aparecido.
Posiblemente, por los servicios militares de recuperación y desactivación de
material de guerra que trabajaron en la zona al finalizar la contienda.
El “Mortero Ligero de Infantería y Caballería Valero de 50
mm” se declaró reglamentario en el Ejército Español en 1932. La granada tenía
una carga explosiva de 125 gramos de trilita y su alcance máximo rondaba los
1.000 m, con un radio de acción de unos 50 m.
Durante la Guerra Civil, con diversas modificaciones en los
proyectiles, fue utilizado masivamente por ambos ejércitos.
Más información sobre morteros y su empleo en el frente de Las Rozas en el artículo "A morterazo limpio", publicado en este blog en julio de 2010. Pinchar aquí para leer artículo.
(Excavación de fortines en la Dehesa de Navalcarbón. Las
Rozas de Madrid, noviembre de 2017. Plan Regional de Fortificaciones de la Guerra Civil de la Comunidad de Madrid)
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