TRAS LAS HUELLAS DE LA GUERRA. RECORRIDO POR LAS FORTIFICACIONES DE NAVALCARBÓN
Entre octubre y noviembre de 2017, dentro del Plan Regional de Fortificaciones de la Guerra Civil (1936-1939), desarrollado por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, se realizó la excavación arqueológica de las fortificaciones de la Dehesa de Navalcarbón.
Esta intervención se basó en un
proyecto elaborado por la Asociación Histórico-Cultural Cierzo, que desde el
año 2012 viene realizando una intensa labor de investigación sobre la historia
local del municipio de Las Rozas de Madrid y de catalogación y estudio de su
patrimonio cultural, además de una continuada labor divulgativa por medio de
rutas, exposiciones, conferencias, publicaciones y colaboraciones con otras
entidades públicas y privadas.
Excavando las fortificaciones de Navalcarbón (oct.-nov. 2017). Fotografía de Mariano G. Isern.
Los trabajos de Navalcarbón
fueron dirigidos por el arqueólogo David Urquiaga Cela (dirección técnica) y el
historiador Javier M. Calvo Martínez (dirección científica), con la
participación de los arqueólogos Raúl Flores Fernández y Lourdes Morales
García, y de su desarrollo y resultados hemos dado ya amplia información en
diferentes entradas del blog Frente de Batalla.
Terminados los trabajos
arqueológicos, se han desarrollado una serie de intervenciones de restauración
y acondicionamiento de las fortificaciones (realización de accesos, limpieza de pintadas,
consolidación de estructuras…), así como la colocación de nueve carteles
explicativos, creándose un recorrido que permite visitar los restos más
interesantes y conocer los datos más significativos para entender e interpretar
adecuadamente estos vestigios del periodo bélico. En estas actuaciones han participado el equipo de arqueólogos Cota 660 y el restaurador Miguel Ángel
López Marcos.
Una de las fotografías cenitales realizadas con dron por Francisco Pino.
Debemos mencionar también, por su
desinteresada colaboración en este proyecto, a Mariano Gómez Isern, que realizó
un amplio reportaje fotográfico durante los trabajos arqueológicos, y a
Francisco Pino, que efectuó videos, fotografías y panorámicas con dron de todas
las estructuras.
Todo ello ha quedado finalizado
en el mes de agosto de 2019, pudiendo disfrutar ya de este importante conjunto
de arquitectura militar, que supone un valor añadido a los múltiples encantos
con los que ya cuenta la Dehesa de Navalcarbón, posiblemente, el espacio verde
más emblemático del municipio de Las Rozas de Madrid.
Panel presentación instalado en la Dehesa de Navalcarbón.
Ejemplos de la señalética colocada junto a las fortificaciones.
Desde aquí, queremos mostrar
nuestra satisfacción por haber contribuido a la recuperación de esta parte de
nuestra historia, confiando en que sea del disfrute general y que, entre todos,
seamos capaces de cuidar y valorar la riqueza patrimonial que existe en nuestro
entorno más cercano.
Nosotros seguiremos trabajando
por todo ello.